Andre es el típico ciudadano
de la ciudad de París. Tiene una posición económica estable y nada de qué
preocuparse. Esta es la primera impresión que se tiene de este personaje en la
película Angel-A, dirigida por Luc Besson.
Tras una producción
escenográfica totalmente en blanco y negro y un apoyo musical que refleja
serenidad, se desarrolla una historia llena de fantasía, romance y comedia.
Andre tiene 24 horas para pagar sus deudas y es buscado por muchos de sus
“socios” para saldar sus cuentas. En un intento desesperado por encontrar una
solución y tratar de aminorar sus problemas con mentiras y falsas promesas, no
encuentra otra salida que quitarse la vida.
¿Por qué me abandonas?, ¿y por
qué nunca me respondes?… son las preguntas que este hombre realiza, mirando al
cielo, mientras está a punto de lanzarse de un puente. En ese instante, su vida
cambiará por completo. Aparece a unos metros Angela, una mujer alta, rubia y
delgada, cuyo maquillaje luce estropeado por las lágrimas. Ella salta del
puente primero y él decide lanzarse para salvarle la vida. Esta chica se
convertirá en la “razón” por la que Andre debe de vivir.
Después de solucionarle
muchos problemas fácilmente y realizar comentarios un tanto diferentes, André
cuestiona a Angela sobre quién es y por qué lo ayuda. Luego de un día de
aventuras, ella le confiesa ser un ángel. Uno vestido con un disfraz de “bomba
sexi”, cuya misión es lograr que él ordene su vida.
Resulta interesante el
estereotipo de ángel que Luc Besson recrea en esta película. Una mujer sexi,
con atuendos provocativos y una forma de actuar muy brusca y liberal. Sin
embargo, logra captarse esa esencia que se tiene de dichos seres. Esa esencia
de bondad con una pizca de paz y seguridad.
Utilizando contrastes, el
Director trata de armar una serie de escenas que tienen como trasfondo mostrar
el complemento entre elementos diferentes. Por ejemplo: Angela es alta y Andre
es muy bajo, el blanco y negro, el bien y el mal, la mujer y el hombre, la
verdad y la mentira, la moralidad y la inmoralidad. Es decir, esta trama cuenta
con una serie de contrastes que realzan las disímiles realidades que una persona puede tener.
Otro punto de la película
donde se pone de manifiesto está técnica, es cuando Angela narra sobre su
pasado. Una versión es una historia triste y con mucho dolor, pero la otra es
una vida llena de alegría y deleite. ¿Cuál versión será la verdadera? pues como
ella le comenta a Andre: él puede creer la que más le agrade.
Al final, el hombre lleno de
problemas logra poner en orden su vida, pero se da un giro inesperado. Ahora
Angela no sabe quién es y se da cuenta que no puede decidir sobre su propio
destino, ya que debe de regresar hacia “allá arriba”, donde tomará otra
personalidad y le asignarán otra misión que realizar. En medio de tantos
acontecimientos, entre estos dos personajes nace un sentimiento que no
esperaban.
“Mi nombre es Andre… Andre
Mussan. Tengo 28 años… y soy libre” es la frase con la que concluye la
película. Ahora sí, el hombre que mentía para aplacar sus problemas y esconder
su verdadera realidad podría tener una vida diferente, una vida con un ángel.
Te dejamos un vídeo de una
de las escenas más importantes de la película doblado al español
También te dejamos uno en su
idioma original subtitulado al español