EL RETARTO DE JENNIE

TÍTULO ORIGINAL.- PORTRAIT OF JENNIE

DIRECTOR.- WILLIAM DIETERLE

AÑO.-1948

INTÉRPRETES PRINCIPALES.-JENNIFER JONES, es JENNIE; JOSEPH COTTEN, es EBEN ADAMS Y ETHEL BARRYMORE es la SRTA. SPINNEY.

Eben Adams, (Joseph Cotten), pintor de poco éxito, entra en la Matthews and Spinney, galería de arte, con su carpeta bajo el brazo dispuesto a vender alguno de sus cuadros. Inicialmente le atiende el Sr. Matthews, que ve sus paisajes y no se interesa, pero llega la señorita Spinney( Ethel Barrymore), su socia, que vuelve a mirarlos y decide adquirir uno de flores.

Jennifer Jones

JOSEPH COTTEN

Animado por la venta sale hacia el parque, el Central Park y en un banco observa un envoltorio y cerca, una niña haciendo un muñeco de nieve. Se acerca a ella y nota que es como atemporal, con ropas anticuadas.

Ésta, que se llama Jennie, le pide que le enseñe sus dibujos, que no le gustan y menos uno de ellos que es un faro con una gran tempestad. Después de un pequeña charla, la jovencita da tres vueltas y dice que acaba de pedir un deseo que se cumplirá: que le espere a que se haga mayor para poder estar siempre juntos. Seguidamente continúa por el camino del parque, desapareciendo. Eben recoge el envoltorio y se dirige a la pensión en la que vive…

Así se inicia nuestra película, cargada de misterio (al que contribuye la música y la fotografía), romanticismo y sensibilidad. Seis veces se encontrarán el pintor y la niña, que en cada ocasión, es mayor: siempre le dice que la espere, que crecerá y así es.

Dos tiempos distintos que por alguna razón van a ir confluyendo “en el presente”, permitiendo que este pintor progrese en su concepción del arte y logre captar el alma de lo que ve, con un boceto, al principio y un auténtico cuadro después, que conseguirá estar en las paredes de un museo, tal y como pronosticó Jennie.

Eben se consideraba vacío, el mundo de su arte seguía siendo un cajón vacío, pero llega a pintar algo eterno en un cuadro: una mujer que no tiene tiempo ni edad. Toda la película girará en torno a estos seis encuentros y a la evolución del artista en el retrato, porque no veremos que pinte otras obras, (excepto el mural de la cantina irlandesa), pero sí parece que consigue el final el éxito.

Muy buena la fotografía, en algunas secuencias, en exteriores, he tenido la sensación de que estaba viendo bajo las imágenes la urdimbre de un bastidor: todo el entramado de hilos se sospecha tras el paisaje, es breve, pero lo he notado en diferentes ocasiones; destacable que toda la película es en blanco y negro, hasta las escenas de la tempestad del faro, de un verde intenso y al final de la película, apareciendo el colorido completo en el museo y en el retrato de Jennie.

Eben se enamora de Jennie y piensa que podrá salvarla acudiendo el mismo día en que murió, muchos años después al mismo sitio: la tormenta se desencadenará y Jennie llegará por última vez, pero le dejará la señal de que siempre estuvo, con el pañuelo que apareció en el paquete del parque en su primer encuentro y que en las últimas escenas de la película le muestra la señorita Spinney, indicándole que estaba a su lado cuándo lo recogieron tras la tormenta.