Bailarín
Nombre Li Cunxin
Nacimiento 26 de enero de 1961
Shandong, Bandera de la
República Popular China China
Nacionalidad China
Otros nombres se pronuncia "Lee Schwin Sing"
Ocupación Bailarín
Li Cunxin. Bailarín chino.
Estrella mundial de la danza clásica durante más de dos décadas con una
destacada trayectoria como figura principal en el Ballet de Houston y en el
Ballet de Australia.
Síntesis Biográfica
Niñez
Nace el 26 de enero de 1961,
en Shandong, China. Proveniente de una familia pobre. Su vida estuvo llena de
las dificultades diarias, especialmente durante los duros inviernos, su
entretenimiento era escuchar fábulas chinas a través de su padre. A pesar de la
dura realidad, su infancia estuvo llena de amor.
Trayectoria artística
Inicios
Un día, una delegación de
Beijing de la Academia de Danza de Madame Mao llegó a la escuela comuna para
encontrar a los niños adecuados para estudiar ballet. Al principio pasaron a Li
sin tomarlo en cuenta, pero tal y como estaban saliendo de su salón de clases,
dudó la profesora de la clase, y de repente tocó al último caballero de Beijing
en el hombro y señaló. ` ¿Qué pasa con este chico? '. Ese niño era Li. Tenía 11
años cuando dejó su casa para comenzar un régimen de siete años de duro
entrenamiento desde las 5.30 am a 9 pm, 6 días a la semana. Una vez que
encontró su pasión, trabajó duro y lo dio todo, muchas veces mientras los demás
dormían Li aún entrenaba. La Academia de Danza de Beijing le enseñó disciplina,
resistencia, determinación y perseverancia, el trabajo duro e implacable hizo
de él uno de los mejores bailarines graduados que China ha producido. Fue
descubierto por Ben Stevenson, uno de los más respetados en el mundo docente,
coreógrafo y director artístico del Ballet de Houston como parte de la primera
delegación cultural de los EE.UU a China. Cuando tenía 18 años, Li recibió una
de las primeras becas culturales para ir a Estados Unidos, y posteriormente se
le ofreció un contrato como solista con el Ballet de Houston. Dos años más
tarde, Li decide quedarse a vivir en Occidente.
Entre los mejores del mundo
Bailó con el Ballet de
Houston durante dieciséis años y se convirtió en uno de los mejores bailarines
del mundo. Es invitado y trabaja en distintos países con algunas de las mejores
compañías de ballet. Ganó dos medallas de plata y una medalla de bronce en tres
Concursos Internacionales. Durante su presentación en Londres, se enamora de
una bailarina australiana Mary McKendry. Se casaron en 1987, y en 1995 se trasladó
a Melbourne con sus dos hijos, donde Li se convirtió en bailarín principal del
Ballet de Australia.
Después de bailar
A los 35 años, Li empezó a
planear su próxima carrera después de bailar. Se matriculó en los cursos de
contabilidad y financieros. En 1997 comenzó sus estudios en el Instituto de
Valores de Australia por correspondencia, con miras a convertirse en un
corredor de bolsa. Li hizo una transición exitosa de la carrera de ballet a la
financiación en 1999. Es hoy un alto directivo de una de las mayores firmas de
corretaje de bolsa en Australia.
Su libro
La historia de su vida se
relata en el libro El último bailarín de Mao donde expone sus memorias, que fue
publicado por Penguin, Australia, en septiembre de 2003. Rápidamente alcanzó el
número 1 en el país, entre las obras de no ficción quedó con el número 10 de
best sellers y recibió el Premio Cristóbal de Literatura. Su obra llegó a ganar
el título de Libro del Año en Australia y fue nominado para varios premios de
alfabetización de prestigio con más de 50 reimpresiones. Ha sido traducido
también a varios idiomas y se vende en más de 30 países en todo el mundo. En
mayo de 2005, fue lanzado por Edición de Jóvenes Lectores. También hay un libro
de imágenes de su historia titulada El Príncipe Campesino, que es bellamente
ilustrado por el talentoso pintor Anne Spudvilas. El director Bruce Beresford y
Sardi Jan, respectivamente, se han unido para producir una galardonada película
a la que han denominado “El último bailarín de Mao.”
La película
El último bailarín de Mao
(Mao's last dancer)
Dirigida por Bruce Beresford
Protagonistas:
Chi Cao
Bruce Greenwood
Kyle MacLachlan
Joan Chen
Wang Shuangbao
Amanda Schull
Ferdinand Hoang
Penne Hackforth-Jones
El último bailarín de Mao es
la inspiradora historia real de Li Cunxin, adaptada de su exitosa autobiografía
Mao’s Last Dancer, que cuenta cómo, en pleno caos de la Revolución Cultural
china, Cunxin tuvo que dejar a los suyos, una familia de campesinos, para
embarcarse en un asombroso viaje... que acabó encaminándole hacia la libertad y
el triunfo personal.
La historia de Li se
desarrolla en un momento en que China estaba emergiendo de la gran visión de
Mao. No podía ser mejor momento para que Li Cunxin descubriera Occidente, y
para que Occidente descubriera a Li Cunxin. El último bailarín de Mao nos
cuenta cómo Li superó la adversidad, y cómo descubrió y exploró sus habilidades
naturales y su gran talento como bailarín clásico. Para ello, no sólo tuvo que
lidiar con sus propias limitaciones físicas, sino también con el castigo que le
impuso el desconfiado gobierno chino tras su deserción a Estados Unidos.
En Estados Unidos, Li se
encontró con un mundo nuevo y fascinante, aunque también con dificultades que
nunca había imaginado. Aunque contaba con el apoyo de muchos amigos, se sentía
aislado, y, a pesar de su creciente fama, seguía viendo su futuro con
incertidumbre.
Nos encontramos ante una
historia de dolor y de triunfo que cuenta con la dirección de Bruce Beresford,
que ha sido nominado dos veces a un Oscar (Consejo de Guerra, Paseando a Miss
Daisy, Gracias y favores, Manto negro, etc.), y con la sensacional adaptación
del experimentado guionista Jan Sardi (Shine: El resplandor de un genio, El
diario de Noa y Love’s Brother, entre otras).
Fuentes
·
Amazon
Aun se puede ver la película en YouTube, aquí te dejamos el vídeo
Hasta la próxima
Carivano
Mis mas sinceras felicitaciones por tan excelente revista. Una verdadera maravilla el contenido y la calidad de la misma. Me ha gustado conocer a este excelente bailarín y su historia. Muy buena la película. Gracias
ResponderEliminarUna vez más gracias a ti Francisco. Saludos
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