Hermann Hesse




                              (Premio Nobel de Literatura 1946)




Poema




Camino Hacia Adentro


Quien encontró el camino hacia adentro,

quien en el hundirse ardiente en uno mismo

el núcleo presintió de la sabiduría,

ése elegirá con su sentido a Dios y al mundo

como su imagen y su alegoría:

cada obra y cada pensamiento

diálogo serán con el alma que le es propia


que a Dios y al mundo en sí contiene.




°°°°°°°



Hermann Karl Hesse  Imperio alemán, 2 de julio de 1877 – Montagnola, Cantón del Tesino, Suiza, 9 de agosto de 1962) fue un escritor, poeta, novelista y pintor alemán que recibió la nacionalidad suiza en mayo de 1924.

Su obra de cuarenta volúmenes —entre novelas, relatos, poemarios y meditaciones— suma más de 30 millones de ejemplares, de los cuales sólo una quinta parte corresponde a ediciones en alemán. Además, publicó títulos de autores, antiguos y modernos, así como monografías, antologías y varias revistas. Asimismo, se le suman casi 3000 recensiones. Si se agrega a esto una copiosa correspondencia —al menos 35 000 respuestas a cartas de lectores— y su actividad pictórica —centenares de acuarelas de sesgo expresionista e intenso cromatismo—, según el biógrafo Volker Michels «nos enfrentamos con una obra que, por su copiosidad, su personalidad y su vasta influencia, no tiene paralelo en la historia de la cultura del siglo XX».

Hasta el centenario de su nacimiento, se habían escrito más de 200 tesis doctorales, unos 5000 artículos, y 50 libros sobre su vida. Para dicha fecha, era también el europeo más leído en Estados Unidos y Japón, y sus libros traducidos a más de 40 idiomas, sin contar dialectos hindúes.

Recibió el Premio Nobel de Literatura en 1946, como reconocimiento a su trayectoria literaria.




                                 Hermann Hesse en 1905 Retrato de Ernst Würtenberger (1868-1934)




El juego de los abalorios





En 1931 comenzó el proyecto de su última gran obra, titulada El juego de los abalorios. Publicó en 1932 un relato preparatorio, El viaje a Oriente. Hesse observaba con preocupación la toma de poder de los nazis en Alemania. En 1933, Bertolt Brecht y Thomas Mann estuvieron en su casa durante sus viajes al exilio. Hesse intentó, a su manera, oponerse a la evolución de Alemania: publicaba desde hacía tiempo reseñas en la prensa alemana, a partir de entonces se manifestó más enérgicamente en favor de autores judíos o perseguidos por los nazis. Desgraciadamente, desde mediados los años treinta, ningún periódico alemán se arriesgó a publicar artículos suyos. Su refugio espiritual contra las querellas políticas y más tarde contra las trágicas noticias de la Segunda Guerra Mundial fue trabajar en su novela El juego de los abalorios, impresa finalmente en 1943 en Suiza. En esta novela, según Luis Racionero, «propone su ideal de cultura: Una sociedad que recoge y practica lo mejor de todas las culturas y las reúne en un juego de música y matemáticas que desarrolla las facultades humanas hasta niveles insospechados». En gran parte, por esta obra tardía le fue concedido en 1946 el premio Nobel de literatura. Después de la Segunda Guerra Mundial, su creatividad declinó: escribió relatos y poemas, pero ninguna novela. Murió a los ochenta y cinco años, el 9 de agosto de 1962 en Montagnola, a consecuencia de una hemorragia cerebral mientras dormía.






Novelas más conocidas


1900: Hermann Lauscher, El caminante

1904: Peter Camenzind

1906: Bajo las ruedas

1910: Gertrudis

1914: Rosshalde

1915: Tres momentos de una vida

1919: Demian

1922: Siddhartha

1927: El lobo estepario

1930: Narciso y Goldmundo

1932: Viaje al Oriente

1943: El juego de los abalorios 







Hermann Hesse y su pintura


En una carta del año 1924 Hermann Hesse escribió: "En estos años, desde que me dedico a pintar, me he ido distanciando de la literatura (...), hacia la que no habría sabido tomar otro camino. Que además lo pintado tenga por sí mismo algún valor o no, es algo totalmente secundario. En el arte, al contrario de lo que sucede en la industria, el tiempo no desempeña ningún papel; hay tiempo perdido cuando sólo al final se alcanza lo posible en intensidad y perfección. Como poeta, sin la pintura no habría llegado tan lejos".

Hermann Hesse, premio Nobel de Literatura en 1946, empezó a pintar a partir de los cuarenta años. Si bien parece ser que en los primeros años cambió de técnica terminó pintando acuarelas. Y en una gran cantidad: alrededor de 3000. Una parte de esta producción fue reunida formando parte de exposiciones en distintas partes del mundo.

La historia parece haber comenzado cuando en 1916 el autor empezó psicoanálisis y su médico le pidió que representara gráficamente sus sueños. Ahí empezó con sus primeras pinturas.  En 1917 Hesse se dedicó a los autorretratos. Ya en 1918 realizó intentos de pintura en Tessin, su patria de adopción desde 1919 hasta su muerte en 1962. Tessin es un cantón situado al sur de Suiza, sobre la vertiente sur de los Alpes.



Algunas de sus acuarelas 












El lobo estepario


 Es el título de una de las más célebres novelas del escritor suizo alemán Hermann Hesse, la cual combina el estilo autobiográfico con algunos elementos de fantasía, especialmente hacia el final de la obra. El libro es en gran parte un reflejo de la profunda crisis espiritual que sufrió Hesse en la década de 1920, mientras retrata la división del protagonista entre su humanidad y su apariencia de lobo como la agresión y la falta de vivienda. La novela se convirtió en un éxito internacional.





Demian Historia de la juventud de Emil Sinclair


Es una novela que relata en primera persona el paso de la niñez a la madurez de este personaje, del escritor alemán Hermann Hesse. La obra fue publicada por vez primera en 1919, en los tiempos que siguieron a la Gran Guerra.






Emil Sinclair es un niño que ha vivido toda su vida en lo que él llama el Scheinwelt (mundo de ensueño o mundo de la luz), pero una mentira lo lleva a ampliar sus visiones del mundo y a conocer un personaje enigmático de nombre Max Demian que lo llevará por los senderos del auto-razonamiento destruyendo paradigmas materialistas que antes lo rodeaban.


La novela refiere y utiliza conceptos del Gnosticismo, particularmente el demiurgo (entidad que, sin ser creadora, es impulsora del universo imprimiéndole movimiento) Abraxas, mientras muestra la influencia del sistema de psicoanálisis de Carl Jung. Ingresado en una clínica de Sonnmatt, Hesse fue psicoanalizado por un discípulo de Jung.


En su primera edición, Hermann Hesse utilizó el seudónimo de "Emil Sinclair", nombre del narrador y protagonista de la historia, pero Hesse reveló luego ser el autor.




Bajo las ruedas.




Trata sobre la educación de un joven y contiene una serie de críticas hacia los sistemas educativos, narrando como se centran demasiado en el desarrollo del conocimiento y el rendimiento académico mientras que dejan de lado el de la persona en sí.


Herman Hesse nos narra la historia de un joven, Hans Giebenrath, que es arrebatado del tesoro más preciado de nuestras cortas vidas: la infancia.


Con su estilo particular de escribir Hesse nos lleva a una reflexión profunda en la que es muy difícil no hacer paralelismos con el protagonistas en algún momento de la historia.. Hans, nuestro joven protagonista, pierde a su madre años atrás ,vive con su padre en un ambiente rural , lejos del lujo de la ciudad de la época con sus sueños más tempranos nadando o yendo de pesca siempre que se le es permitido.


Su educación, a cargo de un padre demasiado inocente y moldeable, le lleva a ir sacrificando de forma asfixiante sus hobbies, su tiempo libre por el estudio, por los libros aconsejado por la moral de maestros del pueblo . A partir de estos primeros pasos, su voluntad se centra en el ingreso en un seminario perdiendo sus años más preciados para sembrar la semilla de amistades, odios, pasiones, jugar, respirar el aire que finalmente hará que se asfixie en sus propias obligaciones impuestas.


El ingreso en el seminario ira cerrando puertas en su corta edad a ritmo acelerado tras unos meses en los que consigue seguir centrado en esos libros que tan poco tiempo le dejan para abrir una ventana y mirar más allá. Aquí conocerá a un personaje que representará todo un contraste en su vida, en sus convicciones, aunque su relación con él sea mirada con lupa conllevándole reproches y su expulsión definitiva del seminario.


Su vuelta al principio, a su pueblo natal, trae consigo la lógica decepción de todos aquellos que invirtieron tiempo en él sin fijarse en otras cosas; las miradas de sus antiguos compañeros de colegio se clavan en él, su alejamiento casi forzado de unas relaciones en las que pudo intervenir le empieza a doler... Cuando todo parece que se encauza para Hans, emocionalmente, laboralmente, surge el cruel desenlace, subrayando con mordacidad la crítica al sistema educativo a manos del zapatero del pueblo que señala sin tapujos a aquellos culpables que se alejan entre murmullos.


La novela contiene cierta carga biográfica al haber recibido el autor formación en un seminario.






TRES MOMENTOS DE UNA VIDA: KNULP





Los tres relatos que integran esta obra maestra de Hermann Hesse narran tres momentos en la vida de Knulp, su protagonista. La imagen del delicado y sensible vagabundo está trazada con la maestría y el refinamiento que caracterizaron a la literatura del genial Hermann Hesse. A esa imagen del alma humana se suma en estas páginas la del mundo: un paisaje idílico, con sus animadas aldeas, sus iglesias, sus artesanos y campesinos, que adquiere en la escritura de Hesse el brillo y el encanto de la pintura y la poesía más armoniosas.




Narciso y Goldmundo  escrita en 1930.


                                                                        Hemann Hesse (caricatura) 



Se trata de una novela de "conciliación" de antagonismos. Los dos personajes protagónicos de la misma, Narciso y Goldmundo, siguen, cada uno, sus propios caminos, atraviesan -el uno y el otro- innumerables desventuras y descubrimientos. Sus puntos de vista respectivos sobre el mundo, sus cosmovisiones, bosquejan en el inicio trayectorias marcadamente divergentes, para reencontrarse, después en lo esencial, hacia el final de la obra.


La reconciliación es propuesta, hacia el desenlace, por el novelista. Lo que se ve de hecho es que ambos personajes no han dejado de pensar emocionadamente, el uno en el otro, a lo largo de toda la vida. A pesar de las diferencias de enfoque, de objetivos, de menesteres que los han atareado. Hesse buscará conjugar a su manera sin quebrantarlo, un dualismo manifiesto entre espíritu y materia, entre espiritualidad y animalidad, o entre la vocación y la mirada de las ciencias y la de las artes.


°°°°


Sin Consuelo


Al mundo primitivo

no conducen senderos;

no se consuela nuestra alma

con ejércitos de estrellas,

no con río, bosque y mar.

Ni un árbol uno encuentra,

ni río ni animal

que penetre al corazón;

no encontrarás un consuelo

sino entre tus semejantes.




°°°°°






Noche de Soledad 


Vosotros, los que sois hermanos míos,

pobres hombres cercanos y distantes,

los que en la alta región de las estrellas

un consuelo soñais a vuestros males;

vosotros, los que mudos a la noche

débilmente estrellada, alzáis unidas

vuestras delgadas manos dolorosas

y sufrís y veláis en vuestra vida,

pobre grey vagabunda; navegantes

sin estrella y sin suerte por el mundo,

extraños, y, no obstante, a mi alma unidos,

devolvedme, afectuosos, el saludo.





Lamentación



Nos es negado ser.

O tan sólo somos corriente; dóciles fluímos en todas las formas:

a través del día y de la noche, a la cúpula y al antro,

nos empuja siempre la sed de ser.

Así vamos llenando forma tras forma sin descansar jamás:

ninguna se torna patria nuestra, por suerte o por desgracia.

Siempre venimos de camino, eternos viadores;

no nos llaman ni el campo ni el arado: no cosechamos pan.



¿Qué quiere de nosotros el Señor? Lo ignoramos.

El juega con nosotros y somos como arcilla entre sus manos,

callada y maleable, que no ríe ni llora.

Y Dios la amasa, sí, pero nunca la quema.



¡Quedar petrificado algún día! ¡Perdurar!

He ahí nuestras ansias, eternamente inquietas;

mas tras ellas no queda más que un temblor pequeño

que nunca llega a hacerse reposo en el camino.






Algunos fragmentos


Hoja marchitada


" Cada flor tiende a ser fruto, cada mañana tiende a convertirse en noche, nada hay eterno en esta tierra, excepto el cambio o la huida. También el verano más hermoso quiere sentir alguna vez otoño y lo marchito. Mantente, hoja, quieta y con paciencia, si intenta el rapto alguna vez el viento. Juega tu juego sin nunca defenderte, deja que tranquilamente ocurra, y por el viento que te arranca déjate soplar hacia tu casa. "



Como todos los grandes espíritus


 " Como todos los grandes espíritus, ha conocido y ha sentido perfectamente el problema, la desesperanza de la vida humana: la grandiosidad del momento y su miserable marchitarse, la imposibilidad de corresponder a una elevada sublimidad del sentimiento de otro modo que con la cárcel de lo cotidiano, la aspiración ardiente hacia el reino del espíritu (...), todo este terrible flotar en el vacío y en la incertidumbre, este estar condenado a lo efímero, a lo incompleto, a lo eternamente en ensayo, en suma, toda la falta de horizontes y de comprensión y la desesperación agobiante de la naturaleza humana. "


El mundo, nuestro sueño

" De noche en sueños las urbes y la gente, lo que es monstruoso, castillos en el aire, todo, bien lo sabes, todo se alza del ámbito oscuro del alma, son tu imagen, obra y patrimonio, son tu sueño. Ve durante el día por calles y ciudades, contempla los rostros y las nubes, ¡y advertirás con cierto asombro que son tuyos y eres su poeta! Todo aquello que ante tus sentidos revolotea y vive por centuplicado, es en verdad lo tuyo, está dentro de ti, oh sueño mecido por el alma. Marchando siempre por ti mismo, ya limitándote, ya extendiéndote, eres el orador como el oyente, eres el creador y el que destruye. Mágicas fuerzas, ya olvidadas, hilan un sagrado engaño, y el inconmensurable mundo existe gracias a tu hálito. "


Días del destino


" Cuando los tristes días amanecen y fríamente hostil nos mira el mundo, retraída se encuentra tu confianza y totalmente sobre ti descansa. Mas relegado solamente a ti y por viejas las alegrías lejos, vas divisando nuevos paraísos que a tu creencia se dirigen todos. Como aquello más propio reconoces lo que te pareció hostil y extraño, y con un nuevo nombre denominas tu destino que libremente aceptas. Y lo que amenazaba sofocarte espíritu respira y es amigo, es para ti un guía, un mensajero que lo más alto enseña y te señala. "




Imágenes: Google 


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